El verbo
1.- Definición
El verbo es una clase de palabra abierta, que puede expresar acciones (saltar), estados (ser) o procesos (respirar). Es la clase de palabra más importante dentro de la oración, ya que puede constituir enunciados independientes por si sola, cosa que no puede hacer ninguna otra; además, del verbo dependen la mayor parte de complementos de la oración, y el sujeto está obligado a tener concordancia de número con él.
2.- Rasgos generales
2.1.- Desde el punto de vista formal, el verbo presenta una raíz y morfemas flexivos específicos llamados desinencias verbales, como veremos en el apartado 4, que pueden señalar información referente a persona, número, tiempo, modo, aspecto y voz. El conjunto de estas desinencias, que entran en oposición formal unas con otras, constituye lo que llamamos la conjugación verbal.
Además de raíz y desinencias, el verbo puede presentar en algunas formas la llamada vocal temática, que nos indica que el verbo pertenece a la primera (-ar), segunda (-er) o tercera conjugación (-ir). Esta vocal temática puede permanecer incluso en palabras procedentes de verbos, como en los sustantivos o adjetivos deverbales (Es una persona muy cantarina).
Por último, los verbos tienen dos posibles formas, una simple y otra compuesta. En la primera aparece únicamente el verbo y sus desinencias (soy), mientras que en la otra aparecen los verbos auxiliares, dentro de los cuales destaca haber, así como el participio del verbo que se está conjugando (he sido).
2.2.- Desde el punto de vista semántico, los verbos pueden presentar argumentos (complementos necesarios y exigidos por su significado, como el complemento de régimen o el directo: No se acordaban de nada / Me comí tres manzanas) y adjuntos, que son elementos optativos no esenciales para comprender la oración (los complementos circunstanciales, por ejemplo: Se saltaron el confinamiento durante el fin de semana).
Según el número de argumentos o valencias que tenga un verbo, hablamos de verbos Avalentes (si no tienen, como nevar), Monovalentes (una valencia: Julia llegó), Bivalentes (dos argumentos, como en Alguien quiere algo) o trivalentes (con tres argumentos: Alguien explica algo a alguien)
3.- Formas no personales del verbo
Además de las formas conjugadas, el verbo presenta tres categorías que no se pueden conjugar, ya que carecen de la desinencia de persona, número y modo. A estas formas, llamadas no personales, corresponden el infinitivo, el gerundio y el participio.
Nota: No se debe confundir el concepto de verbo en forma no personal con el verbo impersonal, que es aquel que carece de sujeto en la oración (como llover, por ejemplo).
3.1.- Infinitivo
Esta forma verbal se compone de la raíz del verbo, la vocal temática correspondiente a la conjugación y la terminación -r (reg-a-r, com-e-r, prefer-i-r).
En castellano encontramos las formas del infinitivo simple (amar) y compuesto (haber amado), que se forma con el verbo auxiliar en infinitivo más el participio del verbo que se esté conjugando. Este último suele indicar anterioridad a un momento dado (No haber hecho los deberes es lo que te ha puesto en esta situación en la que estás, hijo)
El infinitivo puede sustantivarse, hasta el punto de generar sustantivos con oposición de número (el deber / los deberes; el andar / los andares). Por lo tanto, puede desempeñar las funciones sintácticas propias de un sustantivo, como sujeto (Comer es necesario), CD (No quiero salir hoy), atributo (Vivir así es morir de amor), complemento de régimen (Se dedica a jugar a la consola), complemento circunstancial (Vive para hacer lo que le da la gana), etc.
3.2.- Gerundio
Esta forma no personal presenta la raíz del verbo, la vocal temática y una terminación -ndo. En la segunda y tercera, la vocal temática suele diptongar para formar el gerundio verbal (amando, comiendo, riendo).
Al igual que el infinitivo, el gerundio presenta formas simples (queriendo) y compuestas (habiendo querido).
Como forma verbal, el gerundio puede llevar complementos verbales (Estudiando matemáticas / Acordándome de ti). Sin embargo, el gerundio también tiene relación con los adverbios, y se puede interpretar como complemento circunstancial (Salí corriendo) o incluso en función de oración relativa (Vi una hoja cayendo : Vi una hoja que caía) o de adjetivo (Puso a calentar agua hirviendo).
No obstante, el significado más habitual del gerundio es el que indica duración, es decir, que una acción está en desarrollo, por lo que suele expresar simultaneidad con otros momentos expresados por la oración (Mirando la televisión me quedé dormido). Por eso, no se considera correcto que el gerundio exprese posterioridad a la acción (Se ha derribado un árbol hiriendo a un viandante*).
3.3. Participio
El participio es una forma no personal de los verbos que se construye con la raíz, la vocal temática y el sufijo -do. La vocal temática es -i- en su caso para segunda y tercera conjugación (amado, comido, servido).
Existen verbos irregulares que hacen el participio con otros sufijos, como escrito, hecho o impreso. Puede ocurrir que algunos verbos presenten un participio regular y otro irregular, y que ambos se consideren correctos desde el punto de vista gramatical (freído, frito / atendido, atento / torcido, tuerto / despertado, despierto / soltado, suelto). Lo que ocurre en estos casos es que, como norma general, la forma irregular actúa como adjetivo y no como verbo (He soltado, He suelto* / He torcido, He tuerto*)
El participio tiene muchos rasgos comunes con los adjetivos, ya que puede funcionar como tal. Así, puede llevar marcas de género y número prestadas del sustantivo (Una niña recién nacida), ir cuantificado con marcas de grado (Está muy cansado) o llevar el sufijo superlativo -ísimo (Está cansadísimo).
Como verbo, el participio puede actuar como parte de las formas compuestas de cualquier verbo (He venido), en oraciones pasivas (Los árboles fueron cortados) o perífrasis verbales (Te tengo dicho que vengas preparado al partido). También puede llevar los complementos exigidos por el verbo (He comido pan) y, si el verbo es transitivo en su forma pasiva, puede llevar también complemento agente (Los hechos fueron expuestos por el fiscal).
4.- La desinencia verbal
Respecto a la desinencia verbal, es importante señalar de entrada que en muchas ocasiones no es fácil diferenciar en un verbo desinencias específicas para cada uno de sus valores. Así, por ejemplo, en el verbo cantábamos, se puede distinguir el lexema (cant-), la vocal temática (-á-), una desistencia de tiempo y modo (-ba-), y otra de persona y número (-mos). Sin embargo, en una forma como amo, solo podemos diferenciar raíz y una desinencia (-o) que engloba toda la información flexiva. A este fenómeno se le conoce como sincretismo.
4.1.- Persona y número
La desinencia de persona y número suelen aparecer amalgamadas en el verbo, es decir, unidas en el mismo morfema flexivo. Al margen de esto, podemos encontrar en los verbos tres personas (1ª, 2ª y 3ª) y dos opciones de número (singular y plural), que se pueden combinar de todas las formas posibles (amamos, encontráis, quieren, hace).
Cuando no hay referencia explícita del sujeto hay que tener cuidado con aquellas formas que son susceptibles de ser analizadas como parte de la primera persona o de la tercera (venga, por ejemplo, que podría referirse a “yo venga” o a “ella venga”)
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