Comentarios y material de trabajo de Lengua IES José Luis Sampedro

He escrito alguna vez que vienen tiempos duros,  predicción para la que tampoco hace falta ser muy perspicaz. Nunca hubo tantos imbéciles imponiendo su dictadura, ni tanta gilipollez elevada a la categoría de norma obligatoria. Nunca al qué dirán y a lo socialmente correcto se le dio tanto cuartelillo. Nunca condicionó tanto nuestras vidas el capricho de las minorías, la demagogia de los oportunistas, la estupidez de los tontos del culo. El ejemplo de cómo ese delirio vuelve a las sociedades enfermas e irreales lo tenemos en aquellos países que nos preceden en el asunto; pero en vez de ponérsenos los pelos de punta al advertir los riesgos y el abismo, nos adherimos con el entusiasmo desaforado del converso. En esta España a menudo escasa de cultura y de criterio, cuando se pone de moda una estupidez, en vez de llamarla por su nombre y ocuparnos de cosas más urgentes, nos ponemos a considerarla con toda seriedad. Ninguno de nosotros se la traga de verdad, pero miramos de reojo a los otr

Dicen que los últimos diez años han sido los que han visto nacer las más rápidas fortunas de la historia de nuestro país. No creo que sea cierto. Por entonces, Madrid era un inmenso descampado sobre el que se iban levantando pilares y andamios, y había que conseguirlo todo porque no se tenía nada. Recuerdo que, a las pocas semanas de nuestra llegada, cuando vivíamos los peores momentos y teníamos que luchar para no caer en la desesperación, Jaime Ort, uno de los contactos que me había proporcionado el hermano de Eva, y a quien acompañaba en un paseo, me llevó más arriba de Cuatro Caminos, y me indicó con el índice aquel paisaje desolado de hierbas quemadas por el invierno y desmontes. «¿Qué ves?», me preguntó. Y yo le respondí que veía un campo mísero que me hacía añorar la dulzura mediterránea de nuestra tierra. Se echó a reír. «No eres muy largo de vista, Carlos».   Le dije que si lo que me pedía era una enumeración, veía barbechos, unas chabolas protegidas por los desniveles del ter

1ª mitad de la clase 1.- Y yo pensando en las oraciones tan sencillas del año pasado... 2.- No estaría de más un repasito a estas alturas del curso, la verdad. 3.- Seis meses de vacaciones forzosas hacen estragos en la memoria sintáctica de cualquiera. 4.- Tampoco fui yo nunca un flecha, precisamente, en estos asuntos. 5.- Claro, encima me hacen analizar estas oraciones así, a bote pronto. 6.- Esto de la oración no tan simple me pilla un poco en frío, francamente. 7.- ¿Alguna vez este hombre se parará a pensar en nuestro bienestar? 8.- Quizá es por algún trauma no resuelto, una de esas cosas psicológicas complejas de la infancia. 9.- En cualquier caso, ya le vale con las frasecitas, ¿no? 10.- A todo esto, ¿habrá habido algún cambio en la nevera en estos últimos diez minutos? 11.- No se habla lo suficiente del hambre de los alumnos durante sus largos periodos de estudio. 12.- El hambre es una causa demostrada científicamente de fracaso escolar, seguro. 13.- Total, por un vistazo rápido

  1.- Al juez lo han convencido de su inocencia gracias al testimonio de aquel testigo. 2.- ¿De verdad no tienes nada para mí, hermano? 3.- Su carencia de fe resulta molesta. 4.- Durante aquellos años estuvimos muy orgullosos de Julia. 5.- Los mayores éxitos suelen ser hijos de los peores fracasos. 6.- Tiende a quedarse embobado con distracciones en la clase. 7.- El fútbol siempre me ha parecido un grupo de millonarios en pantalón corto y con una pelota. 8.- ¿Has terminado ya de estudiar, hijo? 9.- Apenas has probado bocado en todo el día. 10.- Sinceramente, me esperaba bastante más de aquellas clases. 11.- Se habla muy poco de los cuidados a la tercera edad y la dependencia. 12.- Hay cierto temor a algunos comportamientos sociales durante estos últimos meses. 13.- No da su brazo a torcer en ninguna situación. 14.- No puede ser esa falta de ánimo todos los días. 15.- ¡Menudo cochazo se ha comprado Pedro! 16.- Al piloto lo encontraron ebrio tras el accidente. 17.- Tienes que centrarte u