Buenos hábitos alimenticios
Adoptar unos hábitos alimentarios saludables y mantenerlos en el tiempo es más sencillo de lo que parece si sabes en qué dirección orientarlos. El cambio hacia un estilo de vida saludable se puede realizar introduciendo paulatinamente en tu día a día nuevas rutinas más sanas, que poco a poco repercutirán en tu bienestar.
Cualquier edad es buena para instaurar unos buenos hábitos saludables que te permitirán, con un poco de constancia, mejorar tu salud y tu calidad de vida.
La importancia de una buena digestión
Aparte de la alimentación, entendida como el mero proceso de ingesta de nutrientes, existen otros aspectos relacionados con la alimentación que favorecen una correcta nutrición y acaban mejorando nuestra calidad de vida. Por lo general, los buenos hábitos en la forma de comer recaen en una buena digestión. Si digerimos bien los alimentos, por un lado nos sentimos mejor, y por otro, podemos aprovechar mejor todos sus nutrientes y beneficiarnos de sus propiedades. No somos lo que comemos, ¡somos lo que digerimos! A continuación tienes unas cuantas recomendaciones que te ayudarán a mejorar tu digestión:
- 1) Fracciona la alimentación: para que el cuerpo aproveche los alimentos que le damos, es preferible darle poco y a menudo. Se aconseja hacer entre 4 y 5 comidas poco cuantiosas al día.
- 2) ¡Empieza el día con un buen desayuno! Y si lo tomas en casa, mejor. Los grupos de alimentos que debería contener son: un lácteo, un derivado de los cereales y una fruta.
- 3) ¡Date tiempo! El proceso de digestión es lento. Si comes muy deprisa, por un lado, no le das tiempo al cuerpo a que te envíe la señal de saciedad y de repente te sentirás hinchado; y por otro, si llegan los alimentos demasiado rápido al estómago, éste no conseguirá digerir eficientemente.
- 4) Cena temprano y ligero. Lo ideal es que dejes pasar al menos dos horas antes de acostarte.
- 5) Debemos comer habitualmente en un ambiente tranquilo y relajado, y siendo conscientes del acto de comer. Si comemos delante del televisor, por ejemplo, lo más probable es que comamos más cantidad e incluso alimentos más superfluos.
- 6) Mastica bien los alimentos. Piensa que la digestión empieza en la boca con el fraccionamiento de los alimentos por parte de los dientes y con la saliva, que es el primero de los jugos digestivos.
- 7) Es aconsejable comer sentados y en una buena posición; bien erguidos y evitando aquellas prendas de ropa que puedan presionar en exceso el abdomen.
- 8) Intenta mantener unos horarios regulares. La rutina crea un efecto memoria en el organismo y, de algún modo, se prepara para recibir alimentos y se vuelve más eficiente.
- 9) La bebida que se elige en las comidas siempre debe ser el agua, aunque mejor toma poca cantidad mientras comes para no diluir los jugos gástricos.
- 10) Justo después de comer, no hagas actividades muy intensas; esto provocaría una desviación del volumen sanguíneo del sistema digestivo hacia los músculos, limitando la digestión.
- ¡Escucha a tu cuerpo! Si "te dice" basta, o bien que la comida es pesada, no comas más. Él sabe cuando hay suficiente. Si nunca le haces caso, evitará enviarte más señales y es probable que acabes comiendo en exceso.
Preguntas sobre el texto.
1.- Explica, en una palabra, el tema del texto.
2.- Escribe, en una oración, la idea principal del texto.
3.- Redacta ahora un resumen partiendo de esa idea principal, que ocupe entre 5/6 líneas como máximo. Procura no dejar fuera ningún dato relevante, así como no repetir la información del texto con las mismas palabras que se utilizan allí.
4.- Define las siguientes palabras del texto: hábito, paulatinamente, superfluo, gástrico. Puedes emplear las definiciones de la RAE para orientarte, pero recuerda que la definición debe estar escrita con tus palabras. Una vez definidas, inventa y escribe una oración de ejemplo con cada una de ellas, donde se vea claramente que has comprendido el significado.
5.- ¿Comer y digerir son palabras sinónimas? Explica por qué, tanto en caso afirmativo como negativo. ¿Hay otros ejemplos de sinónimos en el texto? Localízalos y explícalos.
6.- Clasifica morfológicamente las palabras de la siguiente oración del texto, explicando cada una por separado: Él sabe cuando hay suficiente.
7.- Analiza sintácticamente la siguiente oración del texto: ¡Empieza el día con un buen desayuno!
8.- En tu caso, ¿cómo describirías tu dieta habitual? ¿Crees que es lo suficientemente sana, tal y como se indica en el texto? Escribe un texto argumentativo en el que indiques qué es, en tu opinión, una dieta sana y equilibrada, y qué debería incluir y qué no.
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