Una experiencia personal que quizás hayan tenido muchos lectores ayudará a ver lo que queremos explicar. Cuando se aprende un idioma segundo y se va por primera vez a uno de los lugares donde se habla, se produce un choque traumático: lo que escuchamos no es lo mismo que lo que hemos aprendido, nos cuesta entenderlo por muy buenas notas que hayamos obtenido al estudiar la lengua en cuestión en la academia o en la escuela. Nunca encontramos esa lengua estándar que hemos aprendido en los libros de texto y que solo habla el profesor en clase, porque esa lengua no es real. En ningún lugar se habla naturalmente, en la comunicación diaria de la gente, el inglés estándar que aprendemos en las gramáticas pedagógicas: cada país, cada región, cada ciudad tiene su propia variedad con sus peculiaridades: unas de ellas son más parecidas a la lengua estándar que hemos aprendido y otras lo son menos. Hemos de adaptarnos en cada caso a los usos locales. Eso explica por qué la primera vez que oímos una lengua aprendida artificialmente nos solemos llevar una sorpresa con mayúscula. Ello no significa que no seamos capaces de aprender lenguas, ni que sea imposible hacerlo; significa que tenemos ideas equivocadas sobre lo que son y cómo funcionan las lenguas.
Nosotros mismos creemos hablar la lengua española y cuando oímos a un andaluz o a un extremeño pensamos que ellos hablan un dialecto del español. Nada hay más falso. Tanto ellos como nosotros hablamos dialectos. Nadie habla la lengua española. Si un andaluz disimula su acento para adecuarse al nuestro, no ha pasado del dialecto a la lengua, sino de un dialecto de menos prestigio a otro dialecto de mayor prestigio.
Las variedades sobre las que se basa o lo que se conviene que es la lengua estándar, culta o común llegan a adquirir un prestigio que no proviene de consideraciones estrictamente gramaticales, sino de otras de cariz político y social. El basar una norma culta en un dialecto es un hecho puramente convencional desde el punto de vista gramatical y se explica por cuestiones de supremacía social, económica, militar, demográfica o política o de acuerdo dentro de una comunidad lingüística. Toda variedad, por poco extendida que esté, puede ser la base de lo que un grupo puede considerar una lengua normalizada o estandarizada. No existe ningún dialecto sobre la tierra que no tenga ese potencial, lo hablen diez personas o diez mil. Lenguas como el inglés o el español, habladas por muchos millones de personas, tuvieron unos orígenes muy humildes como simples hablas o dialectos de ámbito geográfico extremadamente pequeño, si lo comparamos con su extensión actual.
En nuestro país hay una polémica sobre si el valenciano es una lengua independiente del catalán o no. Erróneamente, las personas se dirigen a los lingüistas para zanjar la cuestión. Lo que la lingüística nos dice es que el valenciano y el catalán están lo suficientemente próximos para poder ser considerados variedades de una misma lengua, de igual modo que nos dice también que el chino y el inglés no se encuentran lo suficientemente próximos para poder ser vistos como variedades de un mismo idioma.
Sin embargo, la gramática no puede dictaminar si el valenciano ha de ser considerado como una lengua distinta o no; ello dependerá de factores históricos, culturales, políticos y económicos de compleja y problemática interacción.
Juan Carlos Moreno Cabrera, La dignidad e igualdad de las lenguas, Alianza editorial, 2000.
1.- Explica el tema y la idea principal del texto.
2.- Elabora un resumen a partir de la pregunta anterior.
3.- Clasifica el tipo de texto teniendo en cuenta sus rasgos formales más relevantes.
4.- Busca en el diccionario el significado de las siguientes palabras del texto: lingüística, convencional, habla, dialecto. Después, escribe una oración de ejemplo inventada de cada una de ellas.
5.- Analiza morfológicamente la siguiente oración del texto: "Erróneamente, las personas se dirigen a los lingüistas para zanjar la cuestión".
6.- Analiza sintácticamente la siguiente oración del texto: "La gramática no puede dictaminar si el valenciano ha de ser considerado como una lengua distinta o no; ello dependerá de factores históricos, culturales, políticos y económicos de compleja y problemática interacción".
7.- ¿Estás de acuerdo con la opinión expresada por el autor del texto? ¿Qué opinas tú acerca de la variedad del español que empleas? ¿Has pensado alguna vez que era la forma correcta de hablar? Para responder a esta cuestión, piensa, por ejemplo, qué sensaciones te provoca ver una serie o una película en una variedad de español diferente a la tuya.
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