Era un suspiro lánguido y sonoro
la voz del mar aquella tarde… El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.
la voz del mar aquella tarde… El día,
no queriendo morir, con garras de oro
de los acantilados se prendía.
Pero su seno el mar alzó potente,
y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.
y el sol, al fin, como en soberbio lecho,
hundió en las olas la dorada frente,
en una brasa cárdena deshecho.
Para mi pobre cuerpo dolorido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,
para mi triste alma lacerada,
para mi yerto corazón herido,
para mi amarga vida fatigada…
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar en nada…!
¡el mar amado, el mar apetecido,
el mar, el mar, y no pensar en nada…!
Manuel Machado
Preguntas sobre el texto:
1.- Explica el tema del texto.
2.- Realiza el análisis métrico del poema.
3.- Clasifica el texto de acuerdo con sus rasgos formales más relevantes.
4.- Busca ejemplos en el texto de cinco figuras literarias y explícalos.
5.- ¿A qué época y movimiento literario pertenece el texto? Justifica adecuadamente tu respuesta.
6.- Analiza morfológicamente la siguiente oración del texto: "El día, no queriendo morir, con garras de oro de los acantilados se prendía".
7.- Analiza sintácticamente la siguiente oración del texto: "Pero su seno el mar alzó potente, y el sol, al fin, hundió en las olas la dorada frente".
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